Cultura del pensamiento en el aula.

Las nuevas metodologías de enseñanza y aprendizaje están cambiando radicalmente el enfoque educativo en las aulas. La educación tradicional basada en la memorización y repetición de contenidos se sustituye por una cultura de pensamiento y razonamiento reflexivo para construir conocimiento de forma motivadora y eficaz. El Aprendizaje Basado en el Pensamiento o Thinking-Based Learning (TBL) es un modelo educativo que permite al alumnado adquirir destrezas y habilidades vinculadas con el pensamiento crítico y creativo. Mediante distintas técnicas y herramientas, este método promueve capacidades como la toma de decisiones, resolución de problemas, autonomía, diálogo, interacción, colaboración, entre otras. El personal docente guía y orienta al alumnado hacia unas rutinas de pensamiento que le convierten en el centro de su propio proceso de aprendizaje y le permiten establecer relaciones entre los conocimientos previos y los conceptos nuevos. En este sentido, el alumnado analiza la información que recibe y la interpreta de un modo más activo e independiente desde su propia experiencia. Por ello, la aplicación de esta estrategia interdisciplinar facilita una comprensión e interiorización profunda de la materia, lo que da lugar a un aprendizaje significativo y consciente, aplicable a cualquier faceta de la vida.

Este cambio metodológico en la forma de enseñar y aprender nace de la mano de Robert Swartz, fundador del Center for Teaching Thinking y una de las figuras más destacadas en el ámbito de la pedagogía actual. Este filósofo y profesor defiende la importancia del pensamiento crítico y creativo como medio para la expansión del conocimiento e innovación. Swartz define el pensamiento eficaz como “la aplicación competente y estratégica de destrezas de pensamiento y hábitos de la mente productivos que nos permiten llevar a cabo actos meditados de pensamientos, como tomar decisiones, argumentar y otras acciones analíticas, creativas y críticas”. Además, este experto en educación señala que “los individuos que son capaces de pensar con eficiencia pueden emplear, y de hecho emplean, esas destrezas y hábitos por iniciativa propia, y son capaces de monitorizar su uso cuando les hace falta”. Por tanto, en esta corriente educativa desaparecen las ausencias de reflexión y el aprendizaje superficial y mecánico de los contenidos curriculares para dar paso a un enfoque crítico que conlleva necesariamente una asimilación de conocimientos duradera y útil.

En el siguiente video, el profesor Swartz explica las claves del aprendizaje basado en el pensamiento y cómo las personas dedicadas a la docencia deben enseñar el pensamiento crítico: https://www.youtube.com/watch?v=g8NZS-QZd98&t=1s