En la presentación de la marca, Garrido ha destacado que “el turista de calidad va a la búsqueda de la experiencia, del conocimiento y del placer, confronta su mundo urbano y global con el contacto con la autenticidad y la tradición, valores que representa la artesanía”. A su juicio, ese perfil de viajero “es consumidor potencial de las creaciones artesanas”. De ahí que haya incidido en la necesidad de “profundizar en las buenas prácticas del turismo rural y turismo ecológico, y en su interrelación con esta actividad”.

Ha explicado que la artesanía “forma parte indiscutible de la oferta turística con la que cuenta un destino” y ha realizado una serie de propuestas que afianzan la relación entre la artesanía y el turismo, entre las que ha destacado la incorporación de los núcleos artesanos de calidad a los recorridos turísticos. “Serían experiencias más cercanas a un contacto con el saber hacer, con la experiencia y muy alejado de un simple recorrido comercial”, ha puntualizado. Además, ha remarcado que la nueva marca permitirá que la producción artesana tenga mayor exposición y nivel de conocimiento en las zonas turísticas de la comunidad.

La directora general de Comercio ha subrayado que la artesanía es un sector estratégico de la economía andaluza que genera empleo, contribuye al desarrollo y dinamismo de los pueblos y ciudades, mejora su imagen y ayuda a fijar la población en el territorio. En la actual coyuntura marcada por la COVID-19, Garrido ha señalado que el sector “constituye una pieza clave de reactivación económica tanto en los ámbitos locales, como en los regionales”.

Además de su dimensión económica y social, la directora general de Comercio de la Junta se ha referido a la contribución histórico-cultural de la artesanía, asegurando que Andalucía es una comunidad rica en trabajos artesanales en barro, cuero, textil, piedra, metales, madera o fibras vegetales. Materiales y creaciones que se encuentran recogidos en la cultura popular y en los oficios tradicionales. Precisamente, “esta marca única da también soporte a una serie de valores inmateriales que entroncan con la cultura, el arte y el patrimonio”, ha apostillado.

‘Artesanía hecha en Andalucía’ certifica que el producto artesano adquirido cuenta con todas las garantías de fabricación y con los máximos estándares de calidad y que la pieza o creación es auténtica, singular e inigualable. Permite apoyar esa diferenciación y garantiza la exclusividad de la producción artesana hecha en la comunidad.

‘Artesanía hecha en Andalucía’ acredita que el producto que porta dicha marca ha sido elaborado en un taller artesano inscrito en el Registro de Artesanos de Andalucía y que cumple los requisitos para su uso establecidos en la normativa reguladora. Puede ser usada tanto por las empresas como por los profesionales inscritos en dicho registro. Asimismo, pueden exhibirla las asociaciones, federaciones y confederaciones de artesanos también registradas, aunque exclusivamente para la promoción o comercialización. Así como los establecimientos comerciales de venta de artesanía, siempre que tengan un 30% de sus productos expuestos para la venta provengan de ese tejido empresarial autorizado.

La nueva imagen sólo debe utilizarse de forma accesoria y no sustituye, en ningún caso, a la marca del artesano o de la empresa.

Andalucía es una de las comunidades en las que este sector adquiere mayor peso, ya que aglutina a unas 7.000 empresas, más del 18% de las firmas artesanas nacionales, proporcionando empleo a casi 20.000 personas, lo que supone alrededor del 19% del empleo del sector artesanal en España, según datos del Ministerio de Industria.

La comunidad cuenta con el mayor número de talleres artesanales de España, alrededor de 2.500, y con uno de los repertorios de oficios más extensos (159 catalogados). Posee 60 maestras y maestros artesanos reconocidos y 28 profesionales con el sello de calidad, así como 49 puntos de interés artesanal, y once Zonas de Interés Artesanal declaradas, que engloban cerca de 187 talleres.

A finales del pasado ejercicio, la Consejería de Transformación Económica ya había hecho entrega a más de un millar de talleres artesanos los distintivos de la marca.

Desde la Consejería de Transformación Económica se ha desplegado una importante batería de ayudas que superan los 100 millones con el objetivo de favorecer la reactivación y la competitividad, modernización y transformación digital del pequeño comercio y la artesanía.

La línea más ambiciosa es el fondo de 79,2 millones de euros que se activó el pasado año para dotar de liquidez y evitar el cierre definitivo de establecimientos comerciales y artesanos a través de ayudas de 3.000 euros. Previamente, en 2020, la Junta inyectó once millones de euros destinados a la recuperación, modernización y transformación digital de ambos segmentos.

A esos recursos se suman, además, los 2,5 millones lanzados en agosto de 2021 para impulsar el asociacionismo comercial y artesano. De igual modo, el Ejecutivo autonómico abrió a finales del pasado ejercicio otra convocatoria de ayudas en especie dotada con tres millones de euros con el fin de fomentar el uso de herramientas digitales, que tiene su aplicación en el ámbito comercial. A ello se suman los dos millones destinados a los ayuntamientos para fomentar ambas actividades

Asimismo, la Consejería de Transformación Económica tiene previsto convocar, a principios de 2022, más de cinco millones de euros para promover la modernización, digitalización y relevo generacional en las pymes comerciales y artesanas.