En anteriores reseñas, hemos realizado una detallada presentación y repasado el contenido relacionado con la impartición de contenidos recogido en la Guía de Aprendizaje y Evaluación del certificado de profesionalidad MAMR0308- Mecanizado de madera y derivados con equipos manuales y automatizados.
Como clausura de esta serie de artículos, hoy realizaremos un recorrido por la sección que plantea el proceso de evaluación.
En primer lugar, cabe señalar que la evaluación se aplica según lo establecido en el Capítulo 1 del título III de la Orden ESS/1897/2013, de 10 de octubre, por la que se desarrolla el Real Decreto 34/2008, de 18 de enero, por el que se regulan los certificados de profesionalidad y los reales decretos por los que se establecen certificados de profesionalidad dictados en su aplicación. La propuesta de esta Guía consiste en efectuar una evaluación continua y sistemática a lo largo de todo el proceso de aprendizaje de cada módulo formativo, y realizar una prueba de evaluación final del módulo de carácter teórico-práctico. Esta prueba debe configurarse de manera que permita identificar las distintas unidades formativas que componen el módulo, cuando las haya. Para ello, se han diseñado métodos e instrumentos de evaluación creados a partir de los criterios de evaluación de cada unidad formativa. Todos ellos se han elaborado cuidadosamente, garantizando la fiabilidad, objetividad y validez, y tomando como referencia para cada uno de los módulos formativos las capacidades y criterios de evaluación establecidos en el Real Decreto 1968/2008 de 28 de noviembre.
Cada instrumento de evaluación se ha acompañado de su correspondiente sistema de calificación en el que se explicita, de forma clara e inequívoca, los criterios adecuados para evaluar los resultados alcanzados por los participantes. Además, las pruebas de evaluación se han configurado de modo que se identifique perfectamente la puntuación de cada unidad formativa (en el caso de haberlas), con objeto de comprobar las realizaciones profesionales y, en consecuencia, la adquisición de las competencias profesionales reflejadas en la Planificación de la Evaluación.
La guía incluye un buen número de prácticas y actividades representativas de cada módulo o unidad formativa, que pueden ser utilizadas también para el proceso de evaluación continua del módulo o unidad formativa. Junto a estas prácticas se encuentra una serie de tablas con los resultados a alcanzar, indicadores de logro, escalas, criterios de ponderación y mínimos exigibles para aptitud en cada unidad formativa. El mínimo exigible se ha establecido mediante un mínimo por cada resultado ponderado, y un mínimo de valoración total.
Con todo lo anteriormente expuesto, además de lo recogido en anteriores artículos, podemos aseverar, sin albergar ninguna duda, que la elaboración de esta guía se ha basado en el compromiso de fomentar una formación de calidad que favorezca el aprendizaje y garantice el valor de las acreditaciones obtenidas, ajustándose a los dispositivos de calidad del Sistema de Formación para el Empleo.